Blanca García-Orea, nutricionista: "El agua con gas es clave para digerir los alimentos, especialmente las proteínas"

¿El agua con gas o sin gas? ¿Existe una formulación mejor que la otra? ¿Conviene combinar ambos tipos de agua? Para comenzar a arrojar algo de luz sobre la idoneidad o no del consumo de agua con gas (sin gas está claro que sí, que además es fundamental para la salud), recordar que la Organización Mundial de la Salud recomienda el consumo de 2-2,5 litros de agua al día, tanto para limpiar los riñones, hidratarnos, proteger los tejidos, ejercer la función diurética necesaria etc.

Y es que beber agua es absolutamente necesario para detoxificar el organismo, lubricar, ablandar las heces y facilitar su evacuación, combatir la temida inflamación y mantener la temperatura corporal en límites saludables. Pero claro, aunque también es cuestión de gustos, lo cierto es que en España cada vez más personas se decantan por el agua con gas. ¿Es igualmente saludable? ¿Hay un límite en cuanto a la ingesta? ¿Todos pueden tomarla sin problemas? Una experta responde todas las dudas.

La nutricionista Blanca García-Orea, conocida en redes sociales como @blancanutri, publica un vídeo en Instagram en el que menciona los beneficios para la digestión del agua con gas, y también las precauciones de uso. "El agua con gas puede tener efectos beneficiosos al ayudar a expulsar los gases y favorecer la digestión".

¿Cual sería la razón por la que estimula la digestión? "El agua con gas ayuda a eliminar gases y reducir la hinchazón abdominal porque puede estimular la secreción de ácido clorhídrico al contener dióxido de carbono, que se convierte en ácido carbónico en el estómago". A continuación lo que sucede es que "este fenómeno puede desencadenar la liberación de ácido clorhídrico, que es clave para digerir los alimentos, especialmente las proteínas, y para absorber vitaminas y minerales".

El momento perfecto para beneficiarnos de las propiedades digestivas del agua con gas, según la nutricionista, es justo antes de empezar a comer. Eso sí, si abusamos de la cantidad, vamos a provocar el efecto contrario, que es hincharnos muchísimo. "Un vaso pequeño de agua con gas antes de una comida copiosa puede ser una excelente forma de activar la digestión y aliviar posibles síntomas molestos cuando el estómago no tiene suficiente ácido".

Con moderación, la nutricionista Blanca García-Orea dice 'sí' al agua con gas. "Excederse en ese vasito pequeño antes de las comidas puede aumentar la sensación de inflamación, provocando distensión abdominal". Para aquellas personas que padecen digestiones lentas y pesadas, el agua con gas puede convertirse en un aliado puntual.